de Pedro Castrillo y Alfredo Cospito
Inédito
Cuando se cumplían 133 días desde que Alfredo Cospito iniciara su huelga de hambre contra el régimen de aislamiento del 41bis en el que vive desde hace meses, su abogado, Flavio Rossi Albertini, leyó ayer en una conferencia de prensa una carta que el preso anarquista escribió cuando se encontraba aún en la cárcel de Sassari, en la isla de Cerdeña. A finales del pasado enero, dada su delicada situación clínica, Cospito fue trasladado a la cárcel Opera de Milán, que dispone de un servicio hospitalario dentro del régimen de aislamiento.
El pasado 24 de febrero, el Tribunal de Casación italiano rechazó el último recurso del abogado de Alfredo Cospito para sacarle del régimen del 41bis, lo que desde distintos lugares ha sido interpretado como una auténtica condena a muerte.
En la conferencia de prensa, que tuvo lugar en el Senado italiano, Flavio Rossi Albertini declaró, respecto a la carta de Cospito: «Es un escrito que ha pasado la censura, la defensa considera que puede leerla en público porque, aunque al preso no se le permite dar indicaciones a sus compañeros en el exterior, no es un sujeto al que se le haya cortado la lengua o la mano. Estamos hablando de una batalla civilizadora, resulta necesario salvaguardar el derecho a hablar del preso, incluso en el 41bis. En estas líneas no da ningún tipo de indicación u orden a sus compañeros, sino que explica porque, desde su punto de vista, no es posible pasar años, una vida entera, en el régimen del 41bis».
Respondiendo a las preguntas de los periodistas, Rossi Albertini ha declarado que «considerar que un anarquista puede dar órdenes hace vivir a Alfredo Cospito esta detención como una evidente violencia. Un anarquista que da órdenes es un oxímoron». Sobre la presunta cercanía de Cospito a la criminalidad organizada —una acusación con la que los grandes medios y el gobierno de Meloni han martilleado a la opinión pública en las últimas semanas—, el abogado ha precisado: «Cospito no tenía ninguna intención de unirse a los mafiosos para ningún tipo de proyecto, más allá del que comparten los presos encerrados en el 41bis».
Tras la decisión judicial del pasado viernes, Cospito fue trasladado de nuevo a la cárcel desde el hospital en el que se encontraba. En estos días, se nutre únicamente a base de agua y sal, habiendo dejado de tomar cualquier tipo de integrador. Según declaraba ayer la abogada Margherita Pelazza, que pudo verse con el preso anarquista, Cospito está «lúcido y determinado» en su decisión de proseguir la huelga de hambre hasta sus últimas consecuencias.
A continuación reproducimos la traducción integral e inédita de la carta escrita por Alfredo.
El mayor insulto para un o una anarquista es ser acusado de dar o recibir órdenes. Cuando estaba en el régimen de Alta Vigilancia me censuraban, y nunca mandé “instrucciones”, sino artículos para periódicos y revistas anarquistas.
Y sobre todo era libre de recibir libros y revistas y de escribir libros y de leer lo que quería. En pocas palabras, se me permitía evolucionar, vivir.
Hoy estoy dispuesto a morir para que el mundo sepa qué es realmente el 41bis, 750 personas lo sufren sin mediar palabra, continuamente presentandos como monstruos por parte de los mass media.
Ahora me toca a mí, primero me presentasteis como un monstruo terrorista y sanguinario, luego me santificasteis como un anarquista mártir que se sacrifica por los demás, ahora volvéis a convertirme en un monstruo como jefe de la terrible SPECTRA. Cuando todo habrá acabado, no me cabe ninguna duda, seré llevado a los altares del martirio.
Gracias pero no, me niego, no me presto a vuestros sucios jueguecitos políticos.
En realidad, el auténtico problema para el estado italiano es que se conozcan todos los derechos humanos que son violados en este régimen, el 41bis, en nombre de una “seguridad” por la que sacrificar todo. Pues bien, teníais que haberlo pensado antes de meter a un anarquista aquí dentro, no sé las motivaciones reales o las maniobras políticas que habrá por detrás, el porqué alguien me ha usado para ampliar la “ventana de Oberton” de este régimen. Era bastante difícil no prever cuáles habrían sido mis reacciones ante esta “no vida”. El estado italiano es digno representante de la hipocresía de un occidente que da continuamente lecciones de “moralidad” al resto del mundo. El 41bis ha dado lecciones represivas que han sido bien acogidas por estados “democráticos” como el turco (los y las compañeros-as kurdos lo saben bien) y el polaco.
Estoy convencido de que mi muerte hará tropezar a este régimen [del 41bis] y que los 750 que lo sufren desde hace décadas podrán vivir una vida digna de ser vivida, hayan hecho lo que hayan hecho.
Amo la vida, soy un hombre feliz, no querría cambiar mi vida por la de ningún otro. Precisamente porque la amo no puedo aceptar esta no vida sin esperanza.
Gracias compañeros-as por vuestro amor
Siempre por la Anarquía
Jamás doblegado
Alfredo Cospito
Una respuesta a «La última carta de Alfredo Cospito desde el régimen de aislamiento»
[…] para conseguir su vuelta a un régimen carcelario normal se encuentra en punto muerto. No obstante, en una carta que el abogado Flavio Rossi Albertini leyó a los pocos días en una rueda de prensa, el preso anarquista confirmó su intención de continuar con la huelga de hambre hasta sus […]
Me gustaMe gusta