de Redacción Infoaut
Publicado en italiano en Infoaut el 23/12/2022
Traducción inédita
El 23 de diciembre de 1984 se perpetraba la conocida como «masacre del rápido 904» o «masacre de Navidad». El tren rápido 904, proveniente de Nápoles y con destino a Milán, estaba aquel día lleno de viajeros. El periodo navideño se acercaba. El tren nunca llegó a su destino: en el túnel de San Benedetto-Val di Sambro, hacia las siete de la noche, se produjo en su interior una violentísima explosión. La bomba había sido colocada en el portaequipajes de uno de los vagones centrales aprovechando la parada en la estación de Santa Maria Novella, en Florencia. Más tarde se supo que la detonación había sido realizada gracias a una pequeña carga de explosivo unida a un radiotransmisor. No obstante, al contrario que en el caso del Italicus [atentado con bomba en el homónimo tren que causó 12 muertos y 48 heridos, N. del T.], los autores del atentando al rápido 904 esperaron a que el vehículo entrara en el túnel, para maximizar así el efecto de la detonación.
La explosión causó 15 muertos y 267 heridos. La asistencia médica tardó en llegar por las dificultades de acceso al interior del túnel. La explosión había dañado la línea eléctrica y el humo bloqueaba el acceso desde el lado sur, donde se concentró en un primer momento el personal de urgencias. Fue necesaria más de una hora y media para que los primeros heridos fueran atendidos. El recuento final fue de 17 muertos. Todo había sido preparado al detalle para provocar el mayor número posible de víctimas: el momento navideño, la potencia del explosivo y el temporizador regulado para que la bomba explotara cuando el tren estuviese dentro de la galería, coincidiendo con otro tren que pasaba en sentido opuesto. El hecho de que la explosión se produjera prácticamente en el mismo punto en el que diez años atrás se había perpetrado la masacre del Italicus y habiéndose utilizado el mismo tipo de explosivo que en el atentado de Via D’Amelio [el cual acabó con la vida del juez antimafia Paolo Borsellino y cinco de sus escoltas en 1992, N. del T.], las primeras sospechas se dirigieron inmediatamente contra la mafia siciliana como responsable del atentado y a Totò Riina, capo de capos, como mandante de la masacre.
Según el fiscal que se ocupó inicialmente de la investigación, el objetivo del atentado era distraer la atención de la policía y la magistratura, desplazando el foco puesto sobre la mafia hacia el terrorismo, para convertir este en la única amenaza real que el Estado debía combatir. No obstante, desde el primer momento emergieron hipótesis que identificaban responsabilidades en el atentado en los ambientes de extrema derecha y los servicios secretos italianos. Un diputado del Movimiento Social Italiano [primer partido neofascista, activo desde 1946 hasta 1995, N. del T.] fue condenado por haber entregado material explosivo directamente a Misso, capo de la Camorra y neofascista del Rione Sanità de Nápoles. Por otro lado, la comisión parlamentaria convocada ad hoc llegó a señalar las maniobras de distracción ejecutadas por el SISMI y el SISDE [servicios secretos italianos, dedicados a la seguridad interna del Estado y a la seguridad internacional, respectivamente, N. del T.].
Tampoco la asociación de familiares de las víctimas se creyeron que los mafiosos hubieran sido los únicos responsables del atentado. Por su parte, la comisión parlamentaria «[…] demostró la reiteración de actos criminales con el objetivo de turbar y condicionar el desarrollo de la vida democrática del país, esclareciendo la existencia, como en el caso de los atentados más recientes, perpetrados en 1993, de un trabajo sistemático de desinformación de una autodenominada Falange Armada que ha contado con un apoyo informativo y logístico que no se encuentra disponible en el mercado criminal habitual».
Una respuesta a «La masacre del rápido 904»
[…] el régimen fascista mussoliniano, ha sido utilizado una sola vez, en la sentencia de Casación por el atentado del Rápido 204 de 1983, que provocó 16 muertos y 267 heridos. Tras un larguísimo proceso judicial, los […]
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