de Movimientos por el derecho a la vivienda de Roma
Publicado en Squat!net el 28/06/2016
Traducción inédita
*Raggi: literalmente, «rayos», apellido de la candidata a alcaldesa por el Movimiento 5 Estrellas (N. del T.).
El clamor que está acompañando la reafirmación del Movimiento 5 Estrellase (M5S) resulta comprensible, igual que resultan comprensibles las expectativas que se están creando sobre los comportamientos de las alcaldesas electas en Turín y Roma.
El claro éxito de Virginia Raggi, concejal invisible en la era Marino [anterior alcalde de Roma, perteneciente al Partido Democrático, N. del T.], está fuera de discusión y se ha construido, de forma más o menos clara, a partir de muchos mundos. Ahora están llegando las primeras confirmaciones públicas de estima, también desde los movimientos sociales, además de análisis que proponen una lectura según la cual este dato electoral representaría una «ruptura histórica».
Se delinea así un cuadro en el cual «desaparece» el 50% de aquellos que no se han acercado a las urnas en perjuicio de una visión que consolida aún más el valor del voto y el significado de la elección a favor de la propuesta del M5S.
Todo esto tiene un cierto sabor a renuncia. Es cierto, quizás no muramos democristianos y tampoco fans de Renzi, pero la idea de que todo se pueda reconducir a un desplazamiento de los consensos en el campo electoral y de la opinión pública y no dentro de una nueva época de conflicto e inversión de las relaciones de fuerza, de una capacidad colectiva para poner en discusión un sistema que ha convertido el gobierno de la crisis en un mortífero instrumento de ataque a las condiciones de vida de millones de personas, genera un cierto terror y mucha curiosidad.
Está claro que la experiencia que se está produciendo con el voto orientado, incluso tácticamente, hacia el M5S debilita notablemente la idea de que son las luchas y la movilizacion los motores de un cambio real, entra en conflicto con las posibilidades de una organización autónoma del conflicto. Lo dicen desde hace bastante tiempo varios observadores de la escena política italiana, Grillo [cómico y fundador del M5E, N. del T.], cierra en un contenedor aparentemente distinto las ganas de redención y quizás de rebelión de millones de personas, coagulando y mezclando imaginarios y contenidos opuestos entre sí.
¿La rabia se expresa a través de un voto? Es posible, pero al mismo tiempo se produce una moderación y se aceptan las reglas del juego. ¿Dónde está la ruptura en esta forma de actuar?
«Esta reflexión no conduce a nada bueno», se dirá por ahí. ¿Qué hacer, entonces, tenemos que convencer a los que no votan, marcando una distancia sideral con la política de las urnas, e ir a meter una papeleta para los candidatos del M5E en las próximas elecciones? ¿Limitarse a votar por el ‘no’ en el referéndum de octubre […], en clave anti-Renzi? ¿Alimentar pues el valor de la participación electoral y reproducir dinámicas de delegación/representación que creíamos superadas? ¿Por qué relegar millones de personas que ya no reconocen el instrumento del consenso electoral a este destino y convencerles que dentro de esta posibilidad su presente puede cambiar? No es posible entender todo lo que pasa por la cabeza de ese variado y complejo mundo de la abstención y no se puede seguramente afirmar que todos son potencialmente rebeldes, pero entender las causas y estar entre ellas parece decididamente más interesante.
También será decisivo vigilar al M5S en los momentos en los que manifestará sus contradicciones, volviendo quizás a alejarse de la mera participación electoral y a relegar al limbo de una periferia geográfica y existencial a quien reclama casa y renta, Estado del bienestar y tutela de los bienes comunes, la posibilidad de estar en el centro del propio destino y del futuro del territorio en el que vive.
Es necesario remarcar, además, que la composición social del no voto no coincide únicamente con los que ejercen este derecho. Existe un buen porcentaje de personas que no pueden utilizar el voto ni siquiera como instrumento, como consecuencia de leyes injustas y vejatorias. Todos los sujetos potencialmente conflictivos que no tienen otro camino más que el de las luchas para defenderse y conquistar una existencia plena y digna, que cada vez más encuentran muros erigidos sobre cimientos de legalidad y mérito, valores que hoy están muy de moda y se reafirman en perjuicio de derechos primarios cada vez más pisoteados.
Éste es el espacio en el cual nos moveremos. Además, lo que hasta hoy día hemos conseguido arrancar, no ha venido ni de la avanzada 5 Estrellas ni de concesiones de gobiernos amigos. El empuje de una realidad donde un cuerpo social complejo se hace hueco a través de luchas y nuevos recorridos de protagonismo. Las decisiones tácticas no pertenecen a este flujo en movimiento, a veces subterráneo y a veces superficial, que deberá dotarse de los instrumentos necesarios para que no le cojan mal preparado y dar espesor a las propias capacidades de autoorganización. Un cuerpo social autónomo y mestizo, virus y anticuerpo en una sociedad donde el control y el mando se regeneran y cambian de cara para continuar gobernando el conflicto, para continuar explotando y matando de hambre territorios y vidas.
Los destellos nos llevan a cerrar los ojos. Y no, hemos de mantener los ojos siempre abiertos para observar y desafiar el presente de miseria e injusticia dentro del cual querrían encerrarnos.
¡Evitemos ser cómplices!