«Nuestra impresión es que la izquierda muy a menudo no es sino una retaguardia que persigue la conservación de relaciones sociales que ya no existen […] Y cuando la izquierda se convierte en retaguardia, se vuelve simplemente inexistente.»

«Nuestra impresión es que la izquierda muy a menudo no es sino una retaguardia que persigue la conservación de relaciones sociales que ya no existen […] Y cuando la izquierda se convierte en retaguardia, se vuelve simplemente inexistente.»
«En estos días estamos intentando hacer lo que hay que hacer. Organizarnos en grupos de solidaridad, desplazarnos para ayudar a las personas y los territorios más afectados. Pero no, no somos putos ángeles del barro. Porque, sí, llevamos botas, intentamos agenciarnos palas, le ponemos energía y pasión, intentamos hacerlo con una sonrisa. Pero también estamos muy cabreadas. Porque en la época narrada como del mundo digital y de la “economía verde”, este tipo de cosas siguen ocurriendo y con peores consecuencias que antes.»
Las recientes inundaciones en la región de Emilia-Romaña han provocado numerosas muertes e incontables daños materiales. Las narraciones de los grandes medios hablan del fenómeno como si fuese una calamidad natural, pero quienes viven en esos territorios saben que el factor humano, una vez más, ha sido determinante para la generación del desastre.
El abogado Flavio Rossi Albertini explica el contexto en el que su defendido ha tomado la decisión de poner fin a su protesta.
«La fuerza y la inventiva del movimiento de los comunes que resurge y que nos ha llevado a hablar de común en singular, como forma de producción emergente, nos pueden ayudar a salir de la falsa alternativa Estado/Mercado.»
El gobierno encabezado por Giorgia Meloni ha declarado el estado de emergencia “para gestionar los flujos migratorios procedentes del mar Mediterráneo”, una medida que abunda en el imaginario de la (ficticia) «invasión de migrantes».
Reflexiones desde un punto de vista carnívoro y crítico sobre por qué comemos carne, y sobre las contradicciones que este hábito provoca en quienes luchan, en su vida cotidiana, por generar espacios de justicia e igualdad.
«Hay que dejar que la policía trabaje en paz, y eso significa que no puede existir un delito específico de torturas.»
Una cita falsa que resume las motivaciones alegadas por el partido mayoritario del gobierno italiano, Hermanos de Italia, para acabar con la ley que instituyó este delito en 2017.
Tanto la escritura como la militancia del boloñés Valerio Evangelisti nacen en una dimensión social y cultural muy concreta, la de la Italia rebelde y revolucionaria a caballo entre el 68 y los años 70.
A pesar del empeoramiento acelerado de sus condiciones clínicas, el preso anarquista no parece flaquear en su decisión de continuar la huelga de hambre hasta sus últimas consecuencias.